LEYENDA DE MAREMARE CONTADO POR
ALEJANDRO VARGAS
Con el Maremare ha pasado algo curioso.
Se sabe que es de origen Indio y de Oriente, pero específicamente de qué
punto geográfico es la cuestión. Los sucrenses
afirman que es de Cumaná y aquí en Ciudad Bolívar se sostiene que es guayanés por la letra que del Maremare
pública R. Olivares Figueroa en el Folklore Venezolano. Lo cierto es que no se puede sacar nada en
claro porque si en la primera letra hay reminiscencia de Angostura, en la
segunda se nombra a Cumaná.
Maremare se murió /en el camino de Angostura/ yo no lo vi morir/ pero
si vi su sepultura / Maremare se murió/ camino de Cumaná / Yo no lo vi morir,
pero vi la zamurá.
Alejandro Vargas me aseguró
cuando era yo Corresponsal de El Nacional que el Maremare es puramente guayanés
y me contó la historia heredada de sus abuelos maternos, según la cual Mare
Mare, fue un cacique de Panapana que existió
en cuerpo y alma y que conoció gente que le contó haber oído de sus
mayores la veracidad de la existencia histórica
de Mare Mare, como cacique de las rancherías de Panapana.
Panapana queda como a una hora de
Ciudad Bolívar en la costa del Orinoco. Para llegar a este lugar se sale de
Ciudad Bolívar en barco. Pasa por el Cerro de Marhuanta situado a la
derecha, luego Sabaneta, de inmediato el
cerro de Palmarito y finamente la boca de un cañón llamado Cachipo. Allí vivió uno
de los personajes más célebres de esta historia, es decir, la India Rosa, compañera de Maremare. Era la curiosa, la iluminada que se ocupaba
de curar a las tribus que pertenecían a Maremare.
Como sucede a menudo con estos iluminados curiosos,
también la India Rosa tenía su altar en un cerro de Cachipo llamado
Guaimire. La historia que contaba
Alejandro se remonta más allá de la guerra de la Independencia. Según él, del
otro lado del Orinoco pasada Isla Grande, existe el pueblo de Panapana, fundado
por Maremare, donde murió él y su esposa Mariquita, como también Juana Casto
Tempo, Victoria Tabore, El indio Abeduco, el indio Morichal y otros indígenas
que obedecían al cacique. La única
dificultad que se nos presenta en este sucinto relato en el cual queremos identificar
al Maremare, como guayanés es que Panapana esta al otro lado del río y ahora va
a resultar que los de Anzoátegui van a decir que es de ellos, pero se ve que la
influencia del cacique es más bien para este lado.
El río toda su vida ha estado ligado
con la tribu de Angostura y el canto pertenece por tanto a Guayana pues de
todos modos esa parte formaba la antigua Nueva Andalucía y después la
provincia de Guayana. Alejandro Vargas solía preparar un conjunto para las fiestas de Año Nuevo con el antiguo baile y el tradicional canto. Empezaba muy temprano a escoger varias lindas Guarichas guayanesas,
quienes con el tradicional pájaro Gabán y los trajes típicos nos ofrecían
bellos espectáculos que también
preparaba para los carnavales el señor Juan Parra, animado por la maestra
Diomedes Túnez y además del El Mare Mare, el
Sebucán, y el Paloteo. Para la
presentación del Maremare. Alejandro
preparada unas coplas introductorias en las que describía la manera de
llegar a Panapana. Es decir, se sale de
Bolívar a favor de la corriente, el
primer caño es Chiguire con Panadero al frente y si sigue la misma ruta se
encontrarán con Marhuanta, Masiguagua, Angosturita, más adelante están los moros de Sabaneta,
Candelaria y Palometa,
pero al desviarse del sitio le queda a usted Palmarito en toda la boca
del caño denominado Bocachipo donde la india Rosa levantó su Altar de la
América Iluminada. Al otro lado del río
queda Panapana, donde murió el cacique sepultado en la sabana. Cuando surge un
problema serio en algunas comunidades del Orinoco, suele exclamarse “¡Que
me salve la india Rosa y los Santos de Cachipo!”..