sábado, 31 de diciembre de 2016

Mónera

Qué viaje inmenso
Insondable
Desde que punto
Dónde y cómo
En qué instante del Big bag
apareciste tú mónera
Alguien me dijo
Que te vio en colonia nadando
Hace dos mil millones de años.



martes, 27 de diciembre de 2016

El perfume de la Cópula

Resultado de imagen para el perfume de la hembra
Ella somete su olfato a todos los perfumes
desde los  menos fragantes hasta los más exquisitos
Es que ella asimiló muy bien la lección
de la hembra de la mariposa del gusano de seda
Ella busca en los variados perfumes de las tiendas
el secreto del bombicol

el perfume definitivo para el apareamiento.

Quisiera ser esponja

Imagen relacionada
Quisiera ser esponja para que  mis células
no dependiesen una de la otra
que cada una fuese libre en  tiempo y espacio
aparentemente juntas
Quisiera ser esponja
moverme al garete, sin aletas, al azar
para ver si así
flotando o adherido a una roca
ignoro la tonta felicidad.
Quisiera ser una planta capaz de vivir y de eternizarse como la Secoya
sin tener que alimentarse de los elementos vivos de su entorno
sin tener, como los animales,  que sacrificar a sus semejantes


A veces pienso y siento que soy una equivocación.

lunes, 26 de diciembre de 2016

A pesar de Ptolomeo

Resultado de imagen para símbolo del universo

Galileo
Newton
Einstein
la ciencia física falla
porque el Universo
no tiene principio
no tiene fin
El universo
simplemente
es.

domingo, 25 de diciembre de 2016

Biología del amor


Resultado de imagen para Símbolo del amor
Agradecida sonreíste
Cuando vertí mi estambre en tu pistilo
Y sonrojaron tus mejillas.


II

Fue un viaje largo, difícil
sobre la ola de la cópula
El gameto sin poder vulnerar
De tu óvulo el muro protector
a pesar del impulso helicoidal
Tuvo que requerir la ayuda de sus pares
hasta romper la cutícula
y penetrar el paraíso de la fecundación gloriosa.


III

Él es ahora  uno de los 140.000
que cada minuto emerge de la médula ósea
Pero quiere escapar para evitar
la brevedad de la vida
y tener irremisiblemente que morir
guillotinado en el hígado
o en el riñón como un desecho.



POESÍA DE AMÉRICO FERNÁNDEZ





Quisiera ser esponja
Quisiera ser esponja para que  mis células
no dependiesen una de la otra
que cada una fuese libre en  tiempo y espacio
aparentemente juntas
Quisiera ser esponja
moverme al garete, sin aletas, al azar
para ver si así
flotando o adherido a una roca
ignoro la tonta felicidad.
Quisiera ser una planta capaz de vivir y de eternizarse como la Secoya
sin tener que alimentarse de los elementos vivos de su entorno
sin tener, como los animales,  que sacrificar a sus semejantes
A veces pienso y siento que soy una equivocación.


VI
El perfume de la Cópola
Ella somete su olfato a todos los perfumes
desde los  menos fragantes hasta los más exquisitos
Es que ella asimiló muy bien la lección
de la hembra de la mariposa del gusano de seda
Ella busca en los variados perfumes de las tiendas
el secreto del bombicol
el perfume definitivo para el apareamiento.



VII

Mónera
Qué viaje inmenso
Insondable
Desde que punto
Dónde y cómo
En qué instante del Big bag
apareciste tú mónera
Alguien me dijo
Que te vio en colonia nadando
Hace dos mil millones de años.

VIII


El colibrí
La lluvia llega espantada por la noche
con su aspaviento de agua
desgranada sobre el suelo desde el techo
dejando y como viniendo de  lejos un ruido opaco
y me pregunto y pregunto
¿Dónde está? 
¿Qué se hizo el colibrí?


X
El General invicto
Voy a celebrar con vino
la muerte de un General
El vino según Omar Khayyam
Es la dehesa del tiempo
Te portaste mal le había dicho  Bolívar
pero no hay más célebre castigo
que la muerte de un General invicto.

XI

El silencio de la noche
El silencio infinito de la noche
-impacta mis sentidos
-fragmenta su espacio
-disemina la memoria
-y rompe sus torres de cristal.

II

Dulce levedad
Dulce liviandad que me enternece
A dónde vas si estas conmigo
Sacudimiento del alma
Promovido me siento
hacia otras dimensiones.



XIII
Aponwao
El Aponwao es una fiesta de lluvia
Un grito desde lejos muy eterno
Que se pierde y que desvela
Lo vimos de cerca
Tenía las pestañas muy altas
Su mirada reconfortaba en el espacio
Sus mejillas sonrosaban de tanto rubor
Como rota cazuela de jaspe
Cuyos tiestos llegan temprano a mi corazón
Aponwao, te vimos llorar  lágrimas de pájaro
En una noche sin medida
Sin águilas arpías
Sin espías
El árbol del paisaje estaba quieto
Con sus frondas y hechizos
Aguardando al brujo de la tarde
Sin amuletos y a porfía
Aponwao en la diatriba
Aponwao sin mediodía
Tú eres grandioso
Eterno como el evo
Como el misterio
Como las aguas impías que bajan inmune de la montaña
Y remontan el corazón del mediodía.



XIV

Gaby y Norka

Me fascina Gaby me desquicia
Tu tímida estatura
De queja moribunda
Resistencia  agazapada


Nor karibe es tu destino
No sesgues el rumbo
Sumergida estás
En esta circunstancia


XVI

Tormenta
Rayo que me angustia
Cuando clamas
Tormenta, tempestad
Lluvia escuálida y oscura
Que te retuerces
En la bóveda celeste del abismo
Y me consuela en la ausencia de la espera.


XVII

Decepción
Se ha roto tu magia
Creo que ya no creo en ti
Creo que todo se ha perdido
que naufragaron mis deseos
que eres un mar de cosas en dilución
que eres lo que fortuitamente fuiste
 y no lo que todavía crees
que yo creo que eres tú.

18/12/81
XVIII
Amor tramposo
Tu amor infinito
es una trampa
para no dejarme salir
sino cuando esté libre de tu hastío
salir ahora
que no hay lumbre
ahora que todo está tan oscuro
como siempre

XIX
Valladares
Recuerdo de la gaviota
cuando se encumbra en el cielo
tinte glorioso de triunfo
el arco de tus dos ojos

XX







EL SILENCIO

Abro los ojos para ver el silencio
Sólo veo la claridad artificial
Ambiente cautivo
Atormentado por el latido del silencio
Así  siento  que late el corazón
El silencio es como el viento
Impalpable
Sensible
Perceptible
Abro y cierro los ojos
El silencio está allí
Segueteando las sienes
De dónde viene y adónde va?
Atormenta
Atormenta igual que un sonido
Monótono o cacofónico
Persistente
El silencio sólo se apaga con la muerte.
Virtualmente
Cómo sabemos?
Cómo sabemos que debajo de la tumba no hay ruido?
Acaso no produce ruido la misma muerte
Ruido terrible
Espantoso
Acaso las larvas vermiformes no producen ruido?
A veces pienso que también el silencio tiene voz
La voz del silencio sería la voz de la conciencia
La voz que sumerge en las profundidades abismales  del ser
La voz que  dice y que  alerta
La voz que te absuelve y  condena
La que te señala el camino
La que  aconseja y divierte
La que te discute
La que te amarra y te suelta
La que te anima y te acongoja
La que dice estar bien o estar mal
La que advierte y te previene
La que barrunta
La que descubre
La voz singular
La que pluraliza
La que frena e insinúa
La voz acíbar
La inquilina
La voz amiga
La que se levanta y se acuesta contigo
La que se asoma al postigo y la ventana
La voz de Dios
La que te persigue por los caminos de la vida
Voz perenne e insepulta
Voz de la razón y sinrazón
Voz  enhiesta
Inquebrantable
Temible
Voz que te consiente y  concierne
Que te espanta y te acorrala
Voz acariciante en las noches sin penas
Voz  que te eleva  a espacios siderales 
Que te  deprime y reconforta
Voz aciaga en las noches sin causa
Que  revienta como río desbocado
Que te consume en el verano
Que desvanece tu estiaje en agosto
Voz que arrulla por las noches
Voz que espanta las tinieblas
Voz que llama a los ángeles
Voz que se soslaya
Voz temerosa
Voz que resguarda
Oigo la voz de Beca traspasando la empalizada
Aquietando a la perra amarrada al pie de la mata de Yaque
La voz de Beca custodiando las travesuras de Marco Antonio
Oigo la voz de Martina quebrada bajo el peso de la fanega de maíz
La voz de Abdón atizada por  el dolor de la pierna abaleada,
La voz de Morocho deslizándose por el Boquerón a bordo de un carapacho de tortuga.
La voz de Cristina delgada como su figura casi etérea.
La voz arrinconada de Catalina.
La voz de Leandro amarrada con majagua
La voz de Mario pintando a San Pedro
La voz de Chano Baruta guindando de su rolo de policía
La voz del Tamarindo de la Prefectura
La voz de Chica Antonia perdida en el fondo del mar
La voz de Chilango calando las lisas
La vos de Tío Félix capturando la madre perla
La voz de Mallía lanzándole caramelos a la chiquillería
La voz d Lorenza metida entre los libros
La voz de Cleto perdida en los pozos de Zulica.
La voz de Victoria envolviendo el café molido
La voz de Choncita entre las cuerdas de la guitarra
La voz sonámbula de Canoncito
La voz arañada de Justino






Ausencia misteriosa
Jamás yo supe
ni ella me dijo
por más que mis ojos la buscaron
en cada calle  y en todo sitio
Su teléfono sonó, a cada instante
desapareció como lucero
al guiño de la madrugada
sin decir adiós
Sin un gesto, sin una seña
sin que sonaran sus pasos
12/11/80



Amor ajeno
Hay espejo y humo  en tu mirada
Encanto hay
en lo inhabitable de tu acento
de tu acento que se esparce como lítico verano
Nostalgia de amor nunca vivido
Hay  en ti una resonancia
de mi voz que te sublima y acaricia
a pesar de la distancia
Eres buena como Dios a veces
y esquiva como la bulla enamorada
Del agua y de los mares eres
de la lluvia y del aire que te empapa
eu la querencia del que busca
en la soledad del amor
que no se halla
Naciste para otro
y eres mía sin embargo
en las noches de dudas
Sigue siendo mía y no lo temas
Pronto ha de venir el alba
con su encaje de espumas y de ensueños
a colmar tus senos de miel y ámbar
para mis labios que te  ansían y  que te aman.


La troja  y la colmena

Cuánto amor
aguijón de las estrellas
cuánto amor
obreras de mil caminos
cuánto amor
hasta el día
en que la amada niña mía
sintió la aguja incisiva
y mi mano colérica encendida
se estrujó de la colmena
y un vendaval de muerte
se vino al suelo en cenizas
mientras una rosa de fuego
colmaba la troja amada
de celedonia con flores
con flores de lila y nácar.

Abril /1964

Soñé que eras un pez
Soñé que eras un pez,
pequeño, diminuto,
apenas una minucia
colacoleando en el océano de mis morichales
en torno a mi cuerpo que apenas sentía
las dentelladas placenteras de tus caricias.
Luego creciste, te hiciste grande.
Fuiste creciendo hasta medirme con tu vientre
y amagarme a cada instante con tus senos
tus senos que se agitaban
frenéticos de risa
Insaciable, no pudiste soportarme
me engulliste bajo la apariencia del devónico
celecanto y me gritaste en cada palabra
que sentía asfixiarse en tus entrañas
Atrapado estás y ya nunca más volverás a ver
la luz del día. No importa, recuerdo que respondía.
No importa si la puedo ver a través de tus ojos
y en cada latido de tu sangre que ya es parte de mi vida.

Junio 82

El rostro hélade

La furia irreconciliable
De los gatos sobre el techo
El ladrido lejano de los perros
Espanta mi doble sueño
Entonces es el desvelo
Reforzado por la luz incandescente
De tu rostro hélade surgiendo de las rocas griegas.


Aquí
Aquí
donde la calma se atrinchera
para disparar sus arcabuces
contra esta abundosa
señal de vida
que apenas si se mueve
bajo la suavidad del viento
Viento sereno y frío
hincha tus pulmones y revienta
para que anide la turbulencia
y la vegetación copule a toda prueba
Aquí
aquí donde el sol
derrite la piel sobre la tierra.


Tristeza
Está llena la tarde
de eternas disonancias
un olor a ciruela me atraviesa
hay tristeza y devoción en esta estancia
tengo el corazón sufrido de miserias
me rindo temprano para no agotarme
el amanecer tonifica mis nervios
una nube sin embargo pasa
y retorna la tristeza
todo vuelve como un reencuentro

Feb/72


Los Caracas
La montaña domina al mar
y el mar se queja
y rabia su marea de espuma
mientras la brisa se angosta
y no le anima más su furia
entonces el mar se retrae
y sonríe tímidamente a la montaña

                       Los Caracas 12/5/74

Un día desabrido
No sé por qué
mi conciencia me reprime
nada sé que haya hecho mal
Por esa represión que me deprime
hoy no he querido verle el rostro a la ciudad
Me he negado a respirar el sol
a saborear el aire libre de la calle
El día a nada me ha sabido
no le siento sabor, olor ni color
ha sido un día soso, vacío, desabrido.

                                              Abril/82



Orquídea
Te he buscado oteando en círculo todo el horizonte
en las nubes, en el aire, en el agua
Olfateado hasta los híbridos de tus 30 mil especies
Incluso en las alturas de bosques sitiados por edades geológicas
Le he preguntado a cada sembrador, a cada  colibrí alado
Y, al fin  ¡Oh!,  después de tanto afán, tantas interrogantes
Te he encontrado suspendida en la espiral
Ahora, un tanto esquivo, contemplo tu misterio.

Terminemos este jueguito
El jueguito del amor
El jueguito del amor ligero
el jueguito del gorjeo
del pajarito picaflor
Este jueguito es muy sincero
Tiene fuerza y gracejo
Nació de una canción
hilvanada en tu silencio
que es de noches y misterios
siderales,  constelares
y de mucho más allá del alba y del sol.

                                                      Marzo 24/82.


La ilusión del amor
Eres como pececillo
que prueba la raba y se va
¿Engullirla toda?
Le teme al anzuelo
Pero mi señuelo anzuelo no tiene
sólo un cordel para atar al amor
y una plomada que mantiene en el fondo
la coralina vitalidad de esta ilusión.
                               
                              Marzo, 23/82


Ataguía del amor

Un "no"
es un "si"
que me agita
que  me invita
al rescoldo permanente de tu fuego
Una manera de resistir
mecanismo de defensa
compuerta de tu pasión
ataguía de tu amor
mar encrespado
tsunami telúrico, volcánico.

                            13/marzo/82

Constricción
Olvida lo sucedido
Cómo olvidarlo
Cómo olvidar inolvidable
Cómo borrar la impronta
encendida de tus labios
quemándome los míos.
Marzo 12/1982
Silencio inefable
Me amas en silencio
Dime, cómo es tu silencio
Acaso como la estela de una tempestad
la huella de un martirio
como espejismo de salitre
Dime, amor, cómo es tu silencio
Eterno como el firmamento
como la angustia del invidente
Como el que todo lo ha perdido y se resigna
como el que quiere degustar
y no tiene el sentido de la lengua
Como el que busca y no encuentra
sino las espinas de la duda
como el de un rosal que se agita
con la brisa y va sembrando de pétalos
el camino para rescatar el rocío del amor que pasa
Dime, amor mío, cómo es tu silencio?
                                                                2/5/82
Espejo y humo

Hay espejo y humo
en tu mirada
Encanto hay
en lo inhabitable de tu acento
de tu acento que se esparce como lítico verano Nostalgia de amor nunca vivido
Hay en ti una resonancia
de mi voz que te sublima y acaricia
a pesar de la distancia
Eres buena como dios a veces
y esquiva como la luna enamorada
Del agua y de los mares eres
de la lluvia y del aire que te empapa
en la querencia del que busca
en la soledad del amor
que no se halla
naciste para otro
y en las noches de dudas
eres  mía y sin embargo
Sigues siendo mía y no lo temas
Pronto ha de venir el alba
con su encaje de espumas y de ensueños
a colmar tus senos de miel y ámbar
para mis labios que te ansían y que te aman.

La duda es un infierno
La duda es un infierno
de llamas incisivas, azules
que me van lamiendo el alma
Reflejo es de lo que uno cree
Está más allá de la apariencia
Surge el primer día de la mentira
creatura hija de infantiles aprehensiones alimentada en las estaciones tenebrosas del tiempo

Conflicto ontológico
Las goteras del alma
perforan la ilusión del amor
Lloro
Ignoro por qué lloro
Río
No sé por qué estoy alegre
La soledad, pienso
¿La soledad?
Tan buena que es la soledad. 
                                                 
                                                   Diciembre 82                                                                 

En vigilia
Aquí estoy, amor
Aguardando una lluvia de estrellas
para escoger una
sólo una
aquella donde están tus ojos.

A la espera de tu voz
Háblame amor
háblame
como en aquellos tiempos  idos
como en aquellos tiempos
que ya no resucitan
Háblame, amor
Háblame para ver qué sucede
A lo mejor curre el milagro
Y todo vuelve a renacer.
Morenito
Las gradas encendidas
Ruedo lleno de luces
Gracia, esplendor, arena, sangre
Morenito alzando vuelo
Lateando las alas del capote
verdes papagayos sobre espigas de maizales
Espantapájaros tristes y  burlados
Morenito en hombros con las medias rotas
En la gran plaza alternando con los grandes
Qué faena, Señor
No fue preciso la estocada
el capote nada más
el capote ondulando con arte y gracejo
Noble toro de arrebatadas emociónes
¿Por qué has de morir?

                                                               Febrero /1982
La ciudad de ahora

Esta ciudad la siento sola
Melancólica y ausente siento esta ciudad
Esta ciudad ha perdido
Su antigua euritmia y sus ventanas
el sabor del mango, del merey y la ciruela
siento que ya no tiene olor, color ni sabor
Pasan los días apacibles, silenciosos
algunas veces se escucha
el susurro embrujador de las cotorras
 el silbido de algún burlador desarrapado
Esta ciudad me conmueve en sus ardores
cuando regreso a su pasado
y  me encuentro con el rio
tan grande y aburrido
Esta ciudad que se calcina bajo el sol
esta  ciudad cundida de cenizas y a malezas
esta ciudad con arrugas de parra maltratada
esta ciudad dormida, abandonada
se la tragó la buhonería y la barbarie
canción sin vida y sin compases parece esta ciudad ahora
cansada, enervada, con heridas avaras
Esta ciudad, señor, triste y ausente está encallada.

Despedida

Me voy
dejando atrás la ciudad amable
la ciudad del río
que se insufló en mi vida
la que ahora me deja tierno
el corazón en la partida
Me voy con la noche que se asoma
con su luna
y las luces inventadas
para prolongar el hombre la maraña de sus días
Me voy con la lluvia
a veces tenue, brusca
resoplada y llena de relámpagos
con esta lluvia
que hace más húmeda
más triste
e inquietante
la dura y difícil despedida
Me voy
y vuelvo
sabe Dios cuándo
tal vez algún día
sin lluvia
con mucho sol
y el alma despejada.
Vía Puerto  Ordaz
16/9/71
Bajo la ducha

Me he sacudido la lluvia
-el polvo  y el Sol
-el frío sudor de la noche
-todo ha quedado en el sumidero
-bajo mis pies todavía serpentean
-lampos de brillos sinuosos
-mientras el paño succiona el rocío
-atrincherados en mis poros
-ha cesado el frío
-pero siento un soplo
-un leve cosquilleo en  la espalda
-la reja breve se retrata en el espejo
-y deja pasar el frondoso verdor del limonero
-hay en mi pecho una cruz de pelos
-diminutos lunares
-que me recuerdan los signos del tiempo
–y una rara simbología de crustáceo.

Uriapari
Uriapari un rio largo
-profundo
-ancho, extenso
-de todas las dimensiones
-hasta que al fin  muere
-y revive
-en otra fuente
-inmensa irresistiblemente poderosa
-Tiene una serpenteante
-y abundosa caballera
-a veces indefinible
-dorada, azul, de plata
-y  de todos los matices
-del cielo y de la tierra disuelta
-Venerado a cada instante
-por marinos, pescadores  y veleros
-sabe donde está Dios y el Cielo
-es un viejo señor que sabe mucho
-de pájaros, delfines y estrellas
-de peces, algas, flora, náufragos,
-de abismos y de piedras
-responde al aire
-con un rielar cinético
-y con ondas al viento
-Ese río te ilumina y te da fuerza
-te comunica, te eleva
-te  envuelve, juega con Dios
-con la vida y con la muerte.


Letra y palmeta
Entramos
-y damos los buenos días
-cuando el Sol ha dejado
-de ser aura matinal
-y lo olvidamos
-para sólo bendecirlo en el cenit
-cuando la algarada
-queda atrás
-y nos rescata
-la placidez del hogar
-Volvemos a la escuela
-cuando el astro rey
-enrumba hacia occidente
-el aula ya es entonces
-un  constante deletrear
-pero los ojos oblicuos
-otean atentos
-la esfera del reloj
-soslayando el acoso
-del maestro y la palmeta
-para ver el rey al fin
-retozando en línea horizontal.

Ausencia
Me voy de viaje
-recógeme por Dios
-la tierra de mis zapatos
-que no quede rastros
-ni lágrimas
-ni llanto.

                                                13-09-1986


Reminiscencia infantil
María Luisa
La piedra
el órgano
sonando todo el día
el Padre Agustín
con la oreja atenta
José Agustín Tenías
con su sonrisa tímida
trepándose con la muerte
por las ramas de los mangos
Américo Albornoz Martínez
el genio silencioso
patines bajo los mesones de la sacristía
San Juan Bosco repartiendo ostias
a la abundosa chiquillería
do-re-mi-fa-sol-la-si-do
sonaba la retreta
 Mientras la Plaza se cubría de vueltas
frente a la larga Escuela
del profesor Pivernat
Castillo de Santa Rosa
Subida del Dique de Guatamare
Te encontré loca un día, María Luisa
sembrando matas en potes de chocolate
jobos amarillos de la glorieta
aguacates goteados del cielo
Manzanas rojas importadas
Sal de Fruta Epson
Copa traslúcida
sin el rocío de la mañana
mediecitos diseminados
tentando la oscuridad del cuarto
aparatos de radiotecnia
nevera de kerosene
hongos lácteos, horticultura
Valeriano arrinconado en la cocina
rosarios por las noches
óbolos y procesiones
Las siete palabras
San Agustín, Copey, La otra- Banda
Teléfonos de manigueta
Solfeo a cada rato
do-re-mi-fa-sol-la-si-do.

Los fantasmas
Cuando niño me perseguían  fantasmas
 en cada esquina
en cada noche
en cada habitación
sola o a oscuras
en el patio
tras los corrales
en las casas solariegas
en el propio fondo del mar
en el campanario
en el bautisterio
en la sacristía habitada por murciélagos
en todos percibía la existencia
de algo extraño
de algo gravemente oculto
de algo con olor a mortaja
mi isla siempre estaba
poblada de fantasmas
hasta que un buen día
vino la luz  eléctrica y el cura
y los disipó como por arte de magia
Los fantasmas huyeron
la isla quedó íngrima por las noches
no obstante alguno se ha quedado rezagado
en la noche de mis sueños
en horribles pesadillas
Durante el insomnio
han sido las esteras enrolladas
los escaparates con las puertas abiertas
el pantalón o la camisa guindando de las cuerdas
que han hecho de mi soledad nocturna
un constante debatir entre seguir libre
o dejarme atenazar por los brazos del fantasma.

                                                               Puerto Ordaz 22/09/1971

El Tiempo perdido

El tiempo se ha perdido
Sobre ese amasijo de esqueletos
Hay sombras en el pasado
No se mueve ni una hoja
Todo h fenecido
Hasta el último día de la creación.

Ciudad Bolívar:  28/02/1976


El Padre de la infancia

Árbol caído
-donde nacieron barcas
-tan grandes como los navíos de Colón
-con jarcias, bauprés y palo mayor
-y  un gran velamen
- para descargar el viento su pasión
Miguel Ángel
-árbol y tesón sobre la arena
-barcos imponentes
-como El Pacificador
-retador de temporales
Miguel, Miguel Ángel
-te has ido Padre
-dónde me dejaste
-qué tan solo me dejaste
-qué tan solo el mundo se ve ahora
-el mar, las olas, la arena
-la caja azul de las herramientas
-qué solos nos ha dejado el Papa de la infancia
-el padre de la ternura
-se ha ido con su inmensa reciedumbre
-con pasos lentos o presurosos
Se ha ido sin mis primos
-sin Justino, Luis y Rosita
Sin su inseparable Juanita
Sin su fiel perro Nerón
Se ha ido Papa Miguel
-dejando atrás la isla del amor.



EL PREGONERO AQUEL
Todos los días
-mejor todas las tardes
-me asomo hasta la esquina
-contemplo tu muerte que aún no llega
Siempre he creído
-que vas a morir
-en esa esquina
-lleno de sangre
-lleno de insultos
Transeúntes
 -conductores
Todos te embisten
-ofenden tu frente
-mientras le ofreces El Mundo
Colmado de noticia bajo el brazo
Terquedad
-angustia
-súplica de pordiosero
No habría sido mejor digo
-tu otro oficio de cajista
-o simple oficial de imprenta
-al lado de Luis Barrios
-el tipógrafo poeta
-regleteando
-componiendo textos
-sustraído de la muerte
-que ahora cabalga sobre ruedas
-y que tu necesidad
-de pordiosero ignora
-con tu montaña de papel a cuestas.

                                                    23/05/1073.


La muerte de Ildemaro

Cuando Ildemaro murió
-se levantaron espigas de amor
-llorando lágrimas de sol
-cuando tu hermano murió
-la tierra desvaneció bajo mis pies
--me hundí entonces
-en abismos de dolor
-cuando tu hermano murió
-vagué, vagué, vagué
-todo era tiniebla
-luz deslumbrante
-manantial de sol.

                                   15-08-1964.

NORELKIS
Los alcaloides
-como ejército persa del 490
-invaden terribles
-tus corporales formas jónicas
-donde reside el amor
Acaso por ello
-me sienta Melcibiades
-frente a Darío en Maratón
Sueño entonces
-que es hoy tu último día de ativán
-te veo rauda
-casi sin tocar la tierra
-con tus gloriosas piernas de gacela
-a dar la buena nueva
-luego los dos juntos
-embriagados por el triunfo
-en el templo de Donisos
-nos rendimos al amor.

Amor a distancia
En un sin fin de cosas
-siento  el eco de tus sueños
-pero a veces pienso y lamento
-lo lejos que estás de mi
-reacciono y regocijado pienso
-el día en que te conocí
-tantas cosas diluidas en el tiempo
-y no obstante la bruma, siempre estás
-sublime como el primer instante
-pero lejos de ti, nunca, jamás
-aunque tú, amor, me sientas tan distante.



LA DAMA DE OJOS ZARCOS
Me miraba intensamente con sus ojos zarcos, de luz fría como luciérnaga, mientras devoraba las proteínas de un bien sazonado plato de algas. Yo tenía tanta hambre como ella, pero era incapaz de decirlo por interés de no interrumpir desde mi ángulo aquella mirada silenciosa, pues sentía que la amaba con las palpitaciones incontenibles de un hermoso corazón de jirafa. Era realmente exótica y aunque extraña, juro que sería bienvenida en mi hormiguero sin que ningún miembro de la comunidad se atreviese a atacarla. Exótica y auténtica. Inimitable. Totalmente ajena e incompatible con el arte de la Galería de Mimma Mondadori.  Conmigo sería longeva porque jamás la resignaría a una funesta soltería. Sería terrible si renunciara a un impostergable casamiento. Lloraría como el Amatl con una incisión eterna. Me bebería mis lágrimas aunque los indios dejaran de jugar con ellas. Me las bebería hasta quedar como un Odre. Preferible antes que planear como pez volador o volverme Esguin para nunca salir del cautiverio del río. Prefiero, mujer de ojos >arcos, prefiero como San Eduardo, remar, remar, hasta el horizonte luminoso de tu amor que

YO HUBIERA QUERIDO, PERO...
Yo hubiera querido ser invulnerable como Aquiles, pero mi madre seguramente desconocía la existencia del Río Estigia; de todas maneras, de nada habría servido si para no dejarme hundir me hubiera sujetado por el talón. …..Yo hubiera querido ser un guerrero como el ateniense Feiddipides, pero de nada habría servido si para llevar un mensaje, me hubiese ocurrido lo que a él después de haber corrido 42 kilómetros tras la batalla de Maratón….Yo hubiera querido ser un guerrero Heleno, con un escudo del tamaño de mi cuerpo, pero de qué habría valido si de vuelta como lo pedía entonces cada madre hubiera vuelto con él o sobre él… Yo  hubiera querido ser como un teatrero de la antigüedad capaz de reírse y hacer reír con una simple tirada a costa de algún señor privilegiado, pero de nada habría servido si me hubiera tocado un gobernante como Alcibiades, capaz de hacerme capturar para lanzarme al mar como castigo…Yo hubiera querido ser como un celta o simple habitante de Calchaqui para morir con un Menhir de sepultura, pero veo que de nada habría servido de haber pensado como pienso en la imponencia de la Pirámide de Keops… Me hubiera gustado ser como un lapón capaz de buscar agua bajo el hielo, pero de nada habría  servido sin una varilla capaz de transmitir sus ocultas vibraciones.
ALO,..  EL AMOR???
Posiblemente yo no sea lo que tú te imaginas y cuando ante tus ojos sea lo que nunca te imaginaste, tal vez se desplome todo lo que fue nuestro sueño desde aquel día en que lo eventual nos unió en la distancia a través de la palabra que tiene en ocasio­nes la suerte de viajar tan pronto como el espíritu gracias a esos puentes invisibles inventados por el hombre y que uno muchas veces maneja a nuestro antojo como ocurrió aquella vez en que tu alma llegó despacio a encontrarse con la mía para ir juntos de las manos a recorrer las distancias que aún se hacen invencibles para ese deseo inagotable de la unión copular de nuestros cuerpos, fin del amor que se prolonga en la fruc­tificación para que de alguna manera sea perenne lo que uno cree que es bueno como se cree y creyeron los que vienen más atrás desde su origen.
Tal vez sea yo a la hora de la confrontación lo que te imaginaste y a la vez tú la fluida y mágica evo­cación de siempre para que el sueño hermoso no se desplo­me y crezca más de lo imaginado.
Tal vez por temor de romper el sueño tierno y her­moso que nos junta huyamos uno del otro aunque permanezca el encuentro de nuestra voz en la distancia.
Tal vez un día casual o más adrede nos veamos y hasta hablemos sin saber tú que sea yo o yo que seas tú y que por decepción del uno del otro se desmaye el sueño de lo imaginado y tú y yo a partir de entonces nos perdamos para vivir del recuerdo de lo que pasó como una anécdota más que se puede contar a la hora una la tertulia amistosa e intrascendente.
O tal vez la decepción no llegue hasta allí sino que alcance niveles traumáticos de frustra­ción y entonces la vida se vuelva triste y sin ob­jeto por el fracaso de aquel ensayo de amor que parecía la existencia misma.
O tal vez uno de los dos a la  hora de la ver­dad se considere burlado y trate de auto-compensarse burlando a cuantos se pueda en una dirección que se iría eslabonando hasta formar un mundo pequeño o grande burlados en el cual se prohibiría por ley o por
Decreto,  jugar al amor por el distado directo.

La siembra prodigiosa del amor
Siembro el nombre de mis amigas en la memoria sustituta de la que no puede permanecer.
Lo siembro en tierra feraz como el mar para que se multiplique en flora exuberante, en algas luminosas donde abreven los peces que llevarán por el mundo el mensaje de las que en algún instante de mi vida me dieron el placer de tenerlas de algún modo conmigo. Siembro el nombre de Luz entre ritos y cantos gregorianos; el de Irma que al fin sucumbió en los brazos del  alfabetizador foráneo; los nombres de Crucita, de Rosa, de  Josefina y Bertha que jamás supieron de mi amor replegado en la timidez de mi infancia; el de Nelly, la novia de mi hermano; el nombre de Guillermina tras montañas de leñas protegiéndose de los chacales de la SN; el de  Antonieta con sus pechos pródigos y desbordantes; el de Teresa, el más largo amor incomprendido con resultados inexorables; el de Onilde fructificado, el amor de Danely Valdez bajo el cielo luminoso del Yocoima; el amor sofocante de Argelia entre los mogotes del aeropuerto; el hermético amor de Filis; el que una vez me dio Lidilia; el tríptico amor de Irna; el amor inseguro de Cruz María; el amor vacilante de Naiza; el amor insistente de Claris; el tierno y dulce amor de Franca; el amor intrascendente de Omelia; el amor de Marta en el espacio libre de la radio, el amor de la otra Marta lanzado desde una peña. El amor de Norelkis bajo los efectos de los psicofármacos, el amor nunca manifiesto de Gladys;  el amor asuntino de Lourdes; el amor arrebatado de Nancy; el amor pasajero de aquella chinita bella; el insaciable y erótico amor bethoviano de Belkis, el amor quinceañero de de Vene Gamboa, el amor inteligente de Ana Sánchez,  el romántico e ingenuo amor de Yurilis, el amor naufragante de Brigitte, el amor con cornamenta de Olga,  el trágico amor de Rosemir,  y el inolvidable, valiente y puro amor de Graciela,


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MARAT
Marat
era jacobino
como Robespierre
Marat amaba al pueblo
y el pueblo lo adoraba
Marat era un agitador
periodista de pluma en ristre
escribía siempre metido hasta el cuello
en una bañera de agua sulfurada
Era que a Marat
se lo comían los hongos de una cloaca
donde estuvo metido
cuando el absolutismo lo perseguía
Marat combatía sin cesar
a la clase dominante
opresora de su pueblo
Perseguido, preso, absuelto
nunca pudieron vencerlo
ni siquiera los hongos
que devoraban su piel
Solo aquel cuchillo traicionero
de Carlota Corday
Pero es que Marat ha muerto?
No!  Marat vive!
Vive Marat en cada acción
y en cada gesto rebelde del pueblo.

Rimbaud
Rimbaud era un viejo
de 30 años
carcomido por la sífilis
Con su traumática ambición
Había escalado montañas
montañas de oro y de miseria
e instalado un harén
con Djami en el centro
Djami era un adolescente
con cuerpo de mujer y ojos de gacela Quería a Rimbaud
como Rimbaud alguna vez quiso a Verlaine
el trovador que abandonó a su esposa para unirse con él en el infierno Rimbaud sin embargo era poeta
poeta de grandes símbolos
misterios y hechizos
antes o después que el opio y el hashid trataran inútilmente
de acabar con él.
Puerto 0rdaz: 19/9/71


z: 19/9/71











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